/ martes 2 de julio de 2024

OPINIÓN POR VICENTE GUTIÉRREZ CAMPOSECO | Joe Biden ya no carbura

De acuerdo a encuestas realizadas por la NBC News en territorio americano, la difícil realidad del presidente más viejo de Estados Unidos fue resumida el jueves pasado cuando muchos estadounidenses dicen que no quieren que el presidente Joe Biden vuelva a postularse a la reelección y su edad es una razón de peso. En la publicación del pasado fin de semana, el 70 por ciento de los adultos opinó que Biden, de 80 años, no debería volver a postularse. A la pregunta de si la edad era un factor, el 69 por ciento respondió que sí. Otros sondeos recientes detectan una falta de entusiasmo similar y hay muchos votantes (incluida alrededor de la mitad de los demócratas) que consideran que Joe Biden ya no carbura y es demasiado mayor para volver a aspirar a la Casa Blanca.

Un tema que abono más la postura de los estadounidenses fue que el Congreso aprobó un acuerdo bipartidista que él negoció para evitar un incumplimiento del pago de la deuda nacional. Incluso el presidente de la Cámara Baja, el representante republicano por California, Kevin McCarthy, declaró que Biden había sido “muy profesional, inteligente y duro” durante las conversaciones. Pero justo antes de que se pusieran en marcha las votaciones, Biden se se tropezó con un saco de arena en la graduación de la Academia de la Fuerza Aérea y cayó al suelo. El video se hizo viral, sus partidarios se abochornaron y sus detractores arremetieron.

Como se ha comentado en los medios gringos, en los últimos días se han visto a dos Joe Biden; coexisten en el mismo presidente octogenario, uno se presenta: sagaz e inteligente en momentos cruciales como resultado de décadas de experiencia, capaz de estar a la altura de las circunstancias para hacer frente a un mundo peligroso, incluso en la quietud de la noche. Pero, el otro, un poco más lento, más blando, con más dificultades auditivas, más vacilante en su andar y un poco más proclive a fallas ocasionales de memoria que pueden resultar habituales para alguien que ha llegado a la novena década de su vida o que tiene algún progenitor que haya alcanzado esa edad.

Aprovechando el temporal, los republicanos han difundido videos de sus lapsus verbales, así como de ocasiones en las que tartamudea, y han sugerido que reflejan un declive cognitivo. La edad de Biden es un chiste frecuente en los programas de la televisión nocturna. Sin embargo, un análisis de las encuestas y las investigaciones académicas muestra un panorama sorprendentemente más ambiguo. Con la advertencia obvia de que una equivocación grave relacionada con la edad o una crisis de salud podrían cambiar las cosas, hay buenas razones para pensar que la edad de Biden puede importar menos de lo que sugieren algunas encuestas. Así pues, el tema tiene más visos de lo que parece a primera vista.


De acuerdo a encuestas realizadas por la NBC News en territorio americano, la difícil realidad del presidente más viejo de Estados Unidos fue resumida el jueves pasado cuando muchos estadounidenses dicen que no quieren que el presidente Joe Biden vuelva a postularse a la reelección y su edad es una razón de peso. En la publicación del pasado fin de semana, el 70 por ciento de los adultos opinó que Biden, de 80 años, no debería volver a postularse. A la pregunta de si la edad era un factor, el 69 por ciento respondió que sí. Otros sondeos recientes detectan una falta de entusiasmo similar y hay muchos votantes (incluida alrededor de la mitad de los demócratas) que consideran que Joe Biden ya no carbura y es demasiado mayor para volver a aspirar a la Casa Blanca.

Un tema que abono más la postura de los estadounidenses fue que el Congreso aprobó un acuerdo bipartidista que él negoció para evitar un incumplimiento del pago de la deuda nacional. Incluso el presidente de la Cámara Baja, el representante republicano por California, Kevin McCarthy, declaró que Biden había sido “muy profesional, inteligente y duro” durante las conversaciones. Pero justo antes de que se pusieran en marcha las votaciones, Biden se se tropezó con un saco de arena en la graduación de la Academia de la Fuerza Aérea y cayó al suelo. El video se hizo viral, sus partidarios se abochornaron y sus detractores arremetieron.

Como se ha comentado en los medios gringos, en los últimos días se han visto a dos Joe Biden; coexisten en el mismo presidente octogenario, uno se presenta: sagaz e inteligente en momentos cruciales como resultado de décadas de experiencia, capaz de estar a la altura de las circunstancias para hacer frente a un mundo peligroso, incluso en la quietud de la noche. Pero, el otro, un poco más lento, más blando, con más dificultades auditivas, más vacilante en su andar y un poco más proclive a fallas ocasionales de memoria que pueden resultar habituales para alguien que ha llegado a la novena década de su vida o que tiene algún progenitor que haya alcanzado esa edad.

Aprovechando el temporal, los republicanos han difundido videos de sus lapsus verbales, así como de ocasiones en las que tartamudea, y han sugerido que reflejan un declive cognitivo. La edad de Biden es un chiste frecuente en los programas de la televisión nocturna. Sin embargo, un análisis de las encuestas y las investigaciones académicas muestra un panorama sorprendentemente más ambiguo. Con la advertencia obvia de que una equivocación grave relacionada con la edad o una crisis de salud podrían cambiar las cosas, hay buenas razones para pensar que la edad de Biden puede importar menos de lo que sugieren algunas encuestas. Así pues, el tema tiene más visos de lo que parece a primera vista.