/ martes 15 de octubre de 2024

Opinión por Fernando Schütte Elguero / Los ejes de García Harfuch, y yo añadiría algo más…

Con la atención a las causas de la violencia, se busca reducir la pobreza y las desigualdades sociales. Esto me parece que no necesariamente está directamente relacionado y pretende prevenir que los grupos “vulnerables” sean reclutados por organizaciones delictivas.

La consolidación de la Guardia Nacional a mí en este momento no me dice nada, lo que creo es que debemos de tener una Guardia Nacional sumamente confiable al igual que policías estatales y municipales.

En el tema del fortalecimiento de la inteligencia e investigación, en donde se contempla la creación de una instancia de inteligencia e investigación policial, que utilizará las herramientas tecnológicas más avanzadas para identificar y desarticular redes criminales, me parece elemental. Esto permitiría una mejor capacidad de prevención de delitos y una mayor solidez en las investigaciones y en ello coincido plenamente.

La coordinación entre los tres niveles de gobierno es un tema recurrente en los gobiernos a lo largo de los años, pero su peor enemigo es la politización de la seguridad pública.

Yo pensaría en el fortalecimiento de la prevención social del delito, atacar las causas que llevan a las personas a involucrarse en actividades delictivas es fundamental. Esto implica mejorar la educación, generar empleos, mejores niveles de vida, pero lo más importante es disminuir la impunidad. Claro que los valores morales dados en el hogar y los valores cívicos dados en las escuelas podrían coadyuvar, pero cuando se sabe que no habrán consecuencias a los actos ilegales, se inhibe el miedo a la punibilidad.

La creación y fortalecimiento de cuerpos policiales locales es esencial para una respuesta rápida y adecuada a los problemas de inseguridad, en ello los exámenes de control y confianza, son muy importantes, pero también la integración social de los cuerpos policíacos. Sí, el reconocimiento social es fundamental y las familias de los policías tienen que tener acceso preferencial a créditos para vivienda, tener salud y educación entre otros, pero condicionados a su buen actuar. De la misma manera la sociedad juega en esto un papel fundamental, en muchos países los miembros de la fuerzas armadas y los policías, tienen boletos gratis para el cine, descuento en lugares vacacionales, transporte, etc.

El respeto a los derechos humanos debe incluir una reforma del sistema de justicia, volverlo muy eficiente, el combate a la impunidad es esencial para reducir la delincuencia, pero esto debería empezar por las fiscalías, los ministerios públicos en contubernio con policías y jueces, impide que existan avances en la seguridad. Es urgente mejorar la capacitación de fiscales y jueces, y porqué no, también exámenes de control y confianza para asegurar que estos funcionarios lleven a cabo procesos judiciales justos y transparentes, y fortalecer la protección de derechos humanos en todas las acciones de seguridad. La falta de punibilidad resulta en más violencia y desconfianza de la ciudadanía hacia las instituciones de justicia.

México es un país anárquico en muchos sentidos y esto se debe en buena medida a la corrupción. El día en que empecemos con un modelo propio de cero tolerancia, seguramente las cosas mejorarán.

No necesitamos penas más altas, sino que se cumpla la ley y para ello es importante atacar a la inseguridad y la violencia, de manera multifacética. A diario se cometen infracciones menores que invitan a no cumplir con la ley y esto es cometido por ciudadanos y autoridades. El cumplimiento de la ley, de las reglas, las faltas de respeto que se dan entre nosotros de seguir, aseguran que tendremos un país cada vez más peligroso y por ello, más pobre.

Opinión por Fernando Schütte Elguero

@FSchutte

Con la atención a las causas de la violencia, se busca reducir la pobreza y las desigualdades sociales. Esto me parece que no necesariamente está directamente relacionado y pretende prevenir que los grupos “vulnerables” sean reclutados por organizaciones delictivas.

La consolidación de la Guardia Nacional a mí en este momento no me dice nada, lo que creo es que debemos de tener una Guardia Nacional sumamente confiable al igual que policías estatales y municipales.

En el tema del fortalecimiento de la inteligencia e investigación, en donde se contempla la creación de una instancia de inteligencia e investigación policial, que utilizará las herramientas tecnológicas más avanzadas para identificar y desarticular redes criminales, me parece elemental. Esto permitiría una mejor capacidad de prevención de delitos y una mayor solidez en las investigaciones y en ello coincido plenamente.

La coordinación entre los tres niveles de gobierno es un tema recurrente en los gobiernos a lo largo de los años, pero su peor enemigo es la politización de la seguridad pública.

Yo pensaría en el fortalecimiento de la prevención social del delito, atacar las causas que llevan a las personas a involucrarse en actividades delictivas es fundamental. Esto implica mejorar la educación, generar empleos, mejores niveles de vida, pero lo más importante es disminuir la impunidad. Claro que los valores morales dados en el hogar y los valores cívicos dados en las escuelas podrían coadyuvar, pero cuando se sabe que no habrán consecuencias a los actos ilegales, se inhibe el miedo a la punibilidad.

La creación y fortalecimiento de cuerpos policiales locales es esencial para una respuesta rápida y adecuada a los problemas de inseguridad, en ello los exámenes de control y confianza, son muy importantes, pero también la integración social de los cuerpos policíacos. Sí, el reconocimiento social es fundamental y las familias de los policías tienen que tener acceso preferencial a créditos para vivienda, tener salud y educación entre otros, pero condicionados a su buen actuar. De la misma manera la sociedad juega en esto un papel fundamental, en muchos países los miembros de la fuerzas armadas y los policías, tienen boletos gratis para el cine, descuento en lugares vacacionales, transporte, etc.

El respeto a los derechos humanos debe incluir una reforma del sistema de justicia, volverlo muy eficiente, el combate a la impunidad es esencial para reducir la delincuencia, pero esto debería empezar por las fiscalías, los ministerios públicos en contubernio con policías y jueces, impide que existan avances en la seguridad. Es urgente mejorar la capacitación de fiscales y jueces, y porqué no, también exámenes de control y confianza para asegurar que estos funcionarios lleven a cabo procesos judiciales justos y transparentes, y fortalecer la protección de derechos humanos en todas las acciones de seguridad. La falta de punibilidad resulta en más violencia y desconfianza de la ciudadanía hacia las instituciones de justicia.

México es un país anárquico en muchos sentidos y esto se debe en buena medida a la corrupción. El día en que empecemos con un modelo propio de cero tolerancia, seguramente las cosas mejorarán.

No necesitamos penas más altas, sino que se cumpla la ley y para ello es importante atacar a la inseguridad y la violencia, de manera multifacética. A diario se cometen infracciones menores que invitan a no cumplir con la ley y esto es cometido por ciudadanos y autoridades. El cumplimiento de la ley, de las reglas, las faltas de respeto que se dan entre nosotros de seguir, aseguran que tendremos un país cada vez más peligroso y por ello, más pobre.

Opinión por Fernando Schütte Elguero

@FSchutte