/ martes 6 de agosto de 2024

Opinión por Fernando Schütte Elguero | La carretera 57, un ejemplo de ingobernabilidad

México se ha venido transformando hace unos días estuve en Monterrey Nuevo León y en el municipio de San Pedro Garza García y en el de Monterrey, se han construído grandes y majestuosos edificios y lujosos centros comerciales lo cuál me llena de gusto en una ciudad que tanto quiero, pero en casi todos los demas o sea en 49 municipios la transformación es decadente, antes había campo en donde hoy hay viviendas la mayoría de autoconstrucción y en donde como casi todo el país se ve suciedad y pobreza.

Hace solo 50 años los niños podían salir a la calle a jugar y mejor si había policía que los cuidara, las viviendas podían no ser lujosas, pero eran dignas.

En el camino por la carretera 57 varios retenes policiales y castrenses federales y estatales, causan atorones de casi una hora de tránsito vehicular, pero la droga y los indocumentados siguen pasando, tanto de ida como de vuelta.

México es un lugar ideal para que la delincuencia crezca, las pequeñas bandas se apropian de los espacios, entre más anárquicas las construciones, más facil es no encontrar la diferencia entre lo bueno y lo malo. En la carretera como en las ciudades, los camiones circulan con sin luces o con luces de todos tipos, algunos con colores de vehículos policiales, o estroboscópicas, los rines de los mismos parecen carros romanos, el que se les acerque quedará destruído por los picos, el autotransporte de carga sigue con sus peligrosísimos trailers de doble remolque, aún así son asaltados frecuentemente.

Pueblos abandonados en donde antes hubo prosperidad, hoy se convierten en destinos turísticos, mientras sus pobladores tienen que huir de su patria por la violencia, pasa los mismo en Chiapas y Oaxaca, que en San Luis Potosí, Zacatecas y Tamaulipas.

México definitivamente ha cambiado y no para bien, la inequidad económica que genera el resentimiento social es ahora dueña de espacios que parecen estar en otro país, es el caso también de Santa Fé en la Ciudad de México.

En el camino, encontré venta de diversos cactus que están en peligro de extinción, de víboras de cascabel y halcones, una vez más pude constatar que la venta ilegal de gasolina es la constante, ahí están con sus lamparitas invitando a los conductores a detenerse para venderles más barato que en las gasolineras, que por cierto me parecen excesivas.

Desgraciadamente la Guardia Nacional, no está haciendo nada al respecto, siguien recibiendo cuotas de los transportistas, la prostitución es otro de las muchas desgracias de las carreteras del país.

Eso sí, cuando uno platica con la gente es delicioso ver como los mexicanos seguimos siendo magníficos anfitriones aunque lo que estemos viniendo nos atormente.

Para mucha gente se ha vuelto normal el que existan balaceras por las noches o el que lleguen a su negocio a recoger el derecho de piso y dicen: “Pos que le vamos a hacer, esto es así y ya no tiene remedio” un país cuya gobernabilidad y esperanza se han perdido, pero por otro lado en donde las autoridades dicen que invesitigarán a soldados que se defendieron de civiles, y mucho periódicos anuncian: Ejército, abate a civiles, sin decir que estos agredieron primero y muchas veces con mejor armamento que el ejército.

La política debiera ser la gran gestora social y desgraciadamente muchas veces forma parte del problema y no de la solución.


Fernando Schütte Elguero

@FSchutte

México se ha venido transformando hace unos días estuve en Monterrey Nuevo León y en el municipio de San Pedro Garza García y en el de Monterrey, se han construído grandes y majestuosos edificios y lujosos centros comerciales lo cuál me llena de gusto en una ciudad que tanto quiero, pero en casi todos los demas o sea en 49 municipios la transformación es decadente, antes había campo en donde hoy hay viviendas la mayoría de autoconstrucción y en donde como casi todo el país se ve suciedad y pobreza.

Hace solo 50 años los niños podían salir a la calle a jugar y mejor si había policía que los cuidara, las viviendas podían no ser lujosas, pero eran dignas.

En el camino por la carretera 57 varios retenes policiales y castrenses federales y estatales, causan atorones de casi una hora de tránsito vehicular, pero la droga y los indocumentados siguen pasando, tanto de ida como de vuelta.

México es un lugar ideal para que la delincuencia crezca, las pequeñas bandas se apropian de los espacios, entre más anárquicas las construciones, más facil es no encontrar la diferencia entre lo bueno y lo malo. En la carretera como en las ciudades, los camiones circulan con sin luces o con luces de todos tipos, algunos con colores de vehículos policiales, o estroboscópicas, los rines de los mismos parecen carros romanos, el que se les acerque quedará destruído por los picos, el autotransporte de carga sigue con sus peligrosísimos trailers de doble remolque, aún así son asaltados frecuentemente.

Pueblos abandonados en donde antes hubo prosperidad, hoy se convierten en destinos turísticos, mientras sus pobladores tienen que huir de su patria por la violencia, pasa los mismo en Chiapas y Oaxaca, que en San Luis Potosí, Zacatecas y Tamaulipas.

México definitivamente ha cambiado y no para bien, la inequidad económica que genera el resentimiento social es ahora dueña de espacios que parecen estar en otro país, es el caso también de Santa Fé en la Ciudad de México.

En el camino, encontré venta de diversos cactus que están en peligro de extinción, de víboras de cascabel y halcones, una vez más pude constatar que la venta ilegal de gasolina es la constante, ahí están con sus lamparitas invitando a los conductores a detenerse para venderles más barato que en las gasolineras, que por cierto me parecen excesivas.

Desgraciadamente la Guardia Nacional, no está haciendo nada al respecto, siguien recibiendo cuotas de los transportistas, la prostitución es otro de las muchas desgracias de las carreteras del país.

Eso sí, cuando uno platica con la gente es delicioso ver como los mexicanos seguimos siendo magníficos anfitriones aunque lo que estemos viniendo nos atormente.

Para mucha gente se ha vuelto normal el que existan balaceras por las noches o el que lleguen a su negocio a recoger el derecho de piso y dicen: “Pos que le vamos a hacer, esto es así y ya no tiene remedio” un país cuya gobernabilidad y esperanza se han perdido, pero por otro lado en donde las autoridades dicen que invesitigarán a soldados que se defendieron de civiles, y mucho periódicos anuncian: Ejército, abate a civiles, sin decir que estos agredieron primero y muchas veces con mejor armamento que el ejército.

La política debiera ser la gran gestora social y desgraciadamente muchas veces forma parte del problema y no de la solución.


Fernando Schütte Elguero

@FSchutte