/ martes 4 de junio de 2024

OPINIÓN DE VICENTE GUTIÉRREZ CAMPOSECO | Querido Cesáreo Jorge Márquez Alvarado

Querido compadre no solo fuiste un gran amigo sino, también, un admirado hermano, por lo que el momento de tu partida para nosotros también es muy doloroso. Son esos momentos donde el dolor y la pena invaden la existencia, las palabras no fluyen como deseamos que ocurriera. Decir las palabras adecuadas para expresar realmente lo que sentimos y llevamos dentro no es fácil. Por eso, querida familia, he decidido compartir estas palabras de despedida en memoria de Cesáreo Jorge Márquez Alvarado. Siempre te distinguiste por ser un visionario, emprendedor y enorme empresario, tanto en el valle de Tulancingo; tu querida tierra natal, como en el Estado de Hidalgo, región donde el compromiso, dedicación, trabajo y entrega de tu amada familia, contribuyo al desarrollo, un sistema integral de salud y la generación de empleos para miles de familias. Hidalguenses.

Fuiste formado en la cultura del esfuerzo, con enormes valores, las costumbres y la más sólida educación en tu amada tierra, encontraste áreas de oportunidad para ejercer tu profesión, desarrollaste nichos de mercado y consolidaste negocios, todos, con el enfoque de brindar oportunidades laborales y de servicios para tus queridos paisanos. En retribución a la oportunidad que te brindo la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo donde, en 1980, obtuviste el título de licenciado en Administración de Empresas y, como posgrado, la especialidad en Dirección, como siempre, decidiste ejercer como docente y catedrático en el Instituto de Ciencias Económico administrativas de la UAEH. Debo mencionar, querido compadre, que, quienes tuvimos la fortuna de concerté sabemos que el objetivo permanente de vida siempre privilegiado por ti fue…compartir el conocimiento.

Jorge Márquez Alvarado siempre fue un hombre agradecido con la vida, responsable hijo y querido hermano. Era pues, integrante de una familia sencilla, de gente noble, amable, emprendedora, laboriosa y dedicada al trabajo. Mi respetuosos pésame y solidaridad a sus hermanos María del Carmen, Lourdes, José Luis, Eulalio y Raúl. El orgullosos hijo de don Luis Márquez Lira y de doña Ofelia Alvarado de Márquez, fiel creyente en la unidad familiar e integrada, contrajo nupcias con Blanca Yolanda Magaldi Rivera. De su matrimonio nacieron: Mariana, Jorge, José Luis y Raúl, una gentil familia que se ha distinguido por consolidar, continuar y enaltecer el orgullo de pertenecía y, ahora, estoy seguro, enorme legado que deja su amado esposo y padre. Como él decía “Mi familia ha sido mi impulso y motivación para entregarme al trabajo y fijarme grandes retos en la vida”.

Durante sus dos gestiones como presidente Municipal de Tulancingo, se distinguió por su liderazgo, dedicación y compromiso con el desarrollo de los Tulancinguenses y, estoy cierto, su legado perdurará. Lamento mucho tu partida querido Jorge, estoy seguro tu esencia preservara tu memoria y ejemplo. Descansa en paz.


Querido compadre no solo fuiste un gran amigo sino, también, un admirado hermano, por lo que el momento de tu partida para nosotros también es muy doloroso. Son esos momentos donde el dolor y la pena invaden la existencia, las palabras no fluyen como deseamos que ocurriera. Decir las palabras adecuadas para expresar realmente lo que sentimos y llevamos dentro no es fácil. Por eso, querida familia, he decidido compartir estas palabras de despedida en memoria de Cesáreo Jorge Márquez Alvarado. Siempre te distinguiste por ser un visionario, emprendedor y enorme empresario, tanto en el valle de Tulancingo; tu querida tierra natal, como en el Estado de Hidalgo, región donde el compromiso, dedicación, trabajo y entrega de tu amada familia, contribuyo al desarrollo, un sistema integral de salud y la generación de empleos para miles de familias. Hidalguenses.

Fuiste formado en la cultura del esfuerzo, con enormes valores, las costumbres y la más sólida educación en tu amada tierra, encontraste áreas de oportunidad para ejercer tu profesión, desarrollaste nichos de mercado y consolidaste negocios, todos, con el enfoque de brindar oportunidades laborales y de servicios para tus queridos paisanos. En retribución a la oportunidad que te brindo la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo donde, en 1980, obtuviste el título de licenciado en Administración de Empresas y, como posgrado, la especialidad en Dirección, como siempre, decidiste ejercer como docente y catedrático en el Instituto de Ciencias Económico administrativas de la UAEH. Debo mencionar, querido compadre, que, quienes tuvimos la fortuna de concerté sabemos que el objetivo permanente de vida siempre privilegiado por ti fue…compartir el conocimiento.

Jorge Márquez Alvarado siempre fue un hombre agradecido con la vida, responsable hijo y querido hermano. Era pues, integrante de una familia sencilla, de gente noble, amable, emprendedora, laboriosa y dedicada al trabajo. Mi respetuosos pésame y solidaridad a sus hermanos María del Carmen, Lourdes, José Luis, Eulalio y Raúl. El orgullosos hijo de don Luis Márquez Lira y de doña Ofelia Alvarado de Márquez, fiel creyente en la unidad familiar e integrada, contrajo nupcias con Blanca Yolanda Magaldi Rivera. De su matrimonio nacieron: Mariana, Jorge, José Luis y Raúl, una gentil familia que se ha distinguido por consolidar, continuar y enaltecer el orgullo de pertenecía y, ahora, estoy seguro, enorme legado que deja su amado esposo y padre. Como él decía “Mi familia ha sido mi impulso y motivación para entregarme al trabajo y fijarme grandes retos en la vida”.

Durante sus dos gestiones como presidente Municipal de Tulancingo, se distinguió por su liderazgo, dedicación y compromiso con el desarrollo de los Tulancinguenses y, estoy cierto, su legado perdurará. Lamento mucho tu partida querido Jorge, estoy seguro tu esencia preservara tu memoria y ejemplo. Descansa en paz.