Por Edgar F. Garza Ancira
La planta de vehículos eléctricos más grande del mundo que Tesla construirá en Santa Catarina, Nuevo León, tendrá una inversión de 5,000 millones de dólares con una producción de un millón de vehículos anuales tanto para el mercado mexicano como para la exportación. Generará entre 6,000 a 10,000 empleos y se estima que su construcción abarcará un año.
La instalación de la planta muestra que México tiene una posición privilegiada en el nearshoring, donde las empresas trasladan parte de su producción debido a las condiciones favorables que se ofrecen, tales como: cadenas de producción y logística bien establecidas con Estados Unidos, husos horarios similares, que las empresas e inversionistas toman en cuenta para decidir dónde ubicar sus centros de producción.
Asimismo, se considera el ahorro en costos de transporte, un menor riesgo de interrupción en cadenas de suministros, menores tiempos de traslados de mercancías e insumos y la disponibilidad de litio para la fabricación de las baterías de autos eléctricos e implementos para la industria aeroespacial, así como la cercanía hacia su destino final, el mercado de los Estados Unidos.
Las estrategias consisten en producir a menores costos y aprovechar la cercanía con el mercado más grande del mundo: Estados Unidos y Canadá con quienes compartimos el T-MEC, lo que de acuerdo con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) nos posiciona como un destino con capacidad de atraer 35,000 millones de dólares en los próximos años, al haber más de 400 empresas interesadas en establecerse en México.
Por ejemplo, entre los interesados se encuentra BMW que anunció una inversión por 800 millones de euros en su planta de San Luis Potosí, destinados para el ensamble de autos eléctricos y el impuso de otras inversiones productivas en la zona del sursureste.
La millonaria inversión de Tesla representa una gran oportunidad para el país en la generación de empleos, mayor dinamismo en los sectores de servicios, construcción y manufactura y podría ascender a los 10 mil millones de dólares, que representan alrededor del 30% de la inversión extranjera que ingresó al país durante 2022.
Estaríamos viendo una aceleración en la inversión extranjera y un movimiento de manufacturas que estaba principalmente en Asia y que ahora viene a México, permitiendo un crecimiento adicional de hasta 8% del PIB en 6 años impulsado por la relocalización de inversiones.
La llegada de Tesla a México refleja el gran potencial en el sector automotriz y la alta manufactura del país. Además de que trae un efecto multiplicador que beneficiará a más empresas. Por ello, es importante que se continúen impulsando políticas públicas integrales que promuevan la electromovilidad y las nuevas tecnologías para fortalecer al país como potencia automotriz.
Edgar F. Garza Ancira
Consejero de empresas y consorcios de carácter multinacional, así como Fundador de la asociación civil Dime y Juntos lo Hacemos
Twitter: @EFGANCIRA