De verdad que la decisión de Morena en postular como candidato al gobierno del Estado de Guerrero, al senador Félix Salgado Macedonio ha provocado gran inconformidad y molestia entre diversos grupos de la sociedad, principalmente de la guerrerense, pues se considera que la candidatura de este personaje es un capricho y hasta un acto de autoritarismo por parte de los grupos de poder de dicho partido, pues consideran que no debe de ser el candidato de dicho partido a la gubernatura y mucho menos competir, ya que pesan contra el senador tres denuncias por su presunta responsabilidad en el delito de violación.
Pero aun así lo mantienen como el candidato de Morena a la gubernatura de Guerrero. Mucho se ha hablado de este caso y se ha criticado a Morena porque a pesar de estas acusaciones, Félix Salgado Macedonio se mantiene como el candidato más fuerte de Morena a la gubernatura del Estado del Estado de Guerrero.
A pesar de que en realidad si existen esas denuncias de violación en contra del Senador morenista, el Partido se mantiene en su posición y le ha dado el respaldo total, argumentando que las acusaciones que pesan en su contra no tienen un sustento sólido y que al parecer se trata de una campaña que han hecho grupos políticos paras desprestigiar al senador y evitar que llegue a la gubernatura.
El mismo Presidente López Obrador, a pregunta de los reporteros, no le dio importancia a las acusaciones que pesan contra Félix Salgado, por su presunta responsabilidad en el delito de violación, y se deslindó de todo al señalar que todo se trataba de una campaña de desprestigio contra el senador de grupos políticos que por todos los medios pretenden evitar que llegue a la gubernatura de Guerrero.
Lo que es evidente es que el Salgado Macedonio es amigo de López Obrador, muy amigo diría yo, para defenderlo de esa manera. Pero con estas acciones el Presidente López Obrador vuelve a caer en antiguos vicios, en los vicios en que incurrían anteriores Presidentes, ya fueran Priista o panistas que hacían su santa voluntad o que se pasaban por el arco del triunfo las leyes o problemas que pudieran surgir por alguna decisión que ellos tomaban.
Se hacía lo que ellos decían, porque ellos mandaban, los presidentes tenían el poder y sus decisiones tenían que ser respetadas porque así lo ordenaban, sin importar las consecuencias. Los plantones, las muestras de inconformidad que han mostrado grupo feministas por la candidatura de Félix Salgado Macedonio no importan, como en la película “La Ley de Herodes” la cúpula del poder manda y él va ser el candidato y posiblemente el próximo gobernador de Guerrero, “le guste o no le guste a la gente”, en este caso a la de Guerrero y que lamentable no lo cree amigo lector, porque se vuelve a caer en antiguos vicios y los personajes que ahora están en el poder gozan de las Delicias del Poder, Nos leemos el próximo domingo.
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