La presunta menor agresividad de la variante Ómicron ha provocado el relajamiento social de las medidas sanitarias por los constantes llamados de las autoridades a no caer en pánico ni en preocupación por el incremento de casos de Covid-19, que incluso algunos insisten en calificar como "una gripita".
Efectivamente, se esperaba un incremento de enfermedades respiratorias durante la temporada invernal y fueron muchos los especialistas de instituciones de salud, públicas y privadas, académicas y científicas que así lo alertaron desde inicios de septiembre. Sobre todo, porque a diferencia de otros años, este invierno era particularmente especial, por la convivencia y circulación del Covid-19 y sus variantes Delta y Ómicron, más influenza y otros virus respiratorios.
Sin embargo, este aumento estacional de enfermedades respiratorias -que ya se esperaba- se potencializó por la precipitada decisión de autoridades federales, estatales e incluso del ámbito municipal para dar rienda suelta a todo tipo de eventos políticos masivos, festejos, verbenas, romerías y ferias populares navideñas.
Expertos internacionales y nacionales advierten que a pesar de que Ómicron se ha descrito como una variante más contagiosa pero menos agresiva, debido, en gran medida, a la vacunación y a la inmunidad adquirida por personas que ya se contagiaron; esto no significa que la elevada transmisibilidad pueda incrementar la hospitalización, sobre todo, en individuos con alguna vulnerabilidad, y que el autoconfinamiento de personas por cuadros respiratorios provoque ausentismo escolar o laboral y cancelación de servicios, como ya lo registran las aerolíneas y algunos hospitales.
Los especialistas advierten que la información sobre Ómicron todavía no es concluyente, ya que toda la investigación sobre el coronavirus y sus múltiples variantes se mantiene en continua evolución. Destacan, por ello, la importancia de que las decisiones en políticas de salud estén listas para adecuarse a los nuevos hallazgos científicos e incluso, medidas como la suspensión de clases o de actividades se tomen solo como "tiros de precisión”, que respondan únicamente al comportamiento epidemiológico de cada municipio, localidad o colonia, a fin no afectar la educación y economía de toda una ciudad o estado
La propuesta de los especialistas, académicos y científicos que dan seguimiento día a día a la pandemia sería un escenario ideal que difícilmente se podría llevar a la realidad, cuando en dos años de pandemia hemos vemos una total falta de coordinación entre las autoridades de distintos niveles e instituciones y una deficiente política de comunicación.