Recientemente se abrió el debate debido a la seguridad personal implementada al exmandatario boliviano, Evo Morales, quien llegó a México con asilo político luego del golpe de Estado perpetrado en contra de su gobierno.
El video que circula en redes sociales, en el cual se ve a Evo Morales salir de Palacio Nacional llamó la atención por los elementos que lo resguardan y no es para más, pues la seguridad otorgada no la trae ni el mismísimo presidente de México, Andrés Manuel López Obrador.
En dicha grabación más de 20 sujetos parecidos al “extinto” cuerpo del Estado Mayor Presidencial (EMP), caminan al frente, a un lado y por detrás del expresidente boliviano. Esto a provocado que diversos sectores de la sociedad rechacen de manera categórica a través de redes sociales dicha seguridad.
Porque además, hay que sumarle el personal que apoya en su activismo a Morales. Para responder a las críticas López Obrador explicó en las homilía matutina, que la seguridad está a cargo de personal de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).
Sin embargo, el primer mandatario mexicano dijo que el hecho de que haya desaparecido el cuerpo del Estado Mayor no significaba dejar sin trabajo a los agentes; más bien, estos elementos de élite fueron transferidos a Sedena, “por eso algunos cuidan al expresidente Morales”, destacó.
Pero a las críticas se suma el reciente hecho trágico en el cual miembros de la comunidad menonita de LeBarón fueron acribillados presuntamente por personal del crimen organizado, pues a esta familia se le había retirado la seguridad proporcionada por el gobierno federal, bajo el argumento de la polémica austeridad republicana. En el ataque fueron asesinados nueve familiares de Julián LeBarón.
El encargado de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, Alfonso Durazo, cuando compareció ante la Comisión de Seguridad del Senado de la República no detalló en cuál momento se le retiró la seguridad, pero sí afirmó que si contaban con ella.
Cómo ya es costumbre, “ahogado el niño hay que tapar el pozo”, ahora los LeBarón cuentan con una seguridad no tan personal, pero al menos 18 elementos patrullan la zona.
Aunque el tema no queda ahí, en la mesa se puso otro tema, deben las familias prominentes contar con seguridad otorgada por el Gobierno Federal o deberían éstas contar con seguridad privada y que los gastos corran por su cuenta; a caso no todos los mexicanos deberíamos contar con plena seguridad o cada uno debemos pagar nuestra propia guardia ¿Acaso no lo hacemos con el pago de nuestros impuestos?
La problemática ahí está, de qué privilegios goza Evo Morales o alguna familia de apellido cotizado, para tener seguridad privada otorgada por el Gobierno Federal a la cual no puede acceder cualquier otro mexicano, entonces ¿la palabra seguridad no juega parejo tampoco en la “cuarta transformación” y es más de lo mismo?
