Las imágenes de las cámaras de seguridad que grabaron el ataque contra la activista y líder de comerciantes, Diana Sánchez Barrios en la calle de Motolinia,--en su territorio y con los suyos– muestran momentos de pánico, cuando un sujeto solitario consumó la agresión en la que murió uno de sus acompañantes y otro más resultó lesionado, al igual que ella.
Este atentado enciende los focos rojos de nueva cuenta en el corazón de la ciudad, inmediatamente, el comercio establecido y hoteleros comenzaron a manifestarse y mostrar preocupación por la falta de seguridad y atención de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC).
“Condenamos enérgicamente cualquier tipo de violencia en el Centro Histórico y exigimos que se haga justicia sobre la muerte de individuos en plena luz del día que aún yacen inertes (sic) en las calles de 5 de mayo y Motolinia. Queremos soluciones hoy puntuales, sobre dos vertientes: la primera que con veracidad y transparencia nos indiquen qué fue lo que sucedió y la segunda a raíz de este evento que causó tanto pánico sobretodo a los turistas que soluciones/estrategias van a poner en marcha para que esto no vuelva a suceder en una de las calles más transitadas del Centro Histórico”, este fue uno de los mensajes que comenzaron a circular el mismo viernes entre empresarios de la zona.
Otros líderes del comercio informal que fueron consultados por esta columna coincidieron que el Centro se “calentó de nuevo”, por la disputa por el territorio, lo mismo para el ambulantaje, que para la venta y distribución de droga en los bares nocturnos de esas calles del llamado perímetro A y B del primer cuadro de la Ciudad.
Pero también señalan que el ataque directo contra Diana Sánchez, presuntamente fue resultado de que en las últimas semanas estuvo “quitando y apoderándose de áreas de trabajo” que ya están delimitadas por los propios líderes informales.
Al respecto, la matriarca de la familia Barrios, Alejandra, en declaraciones públicas señaló que este ataque pudo venir de La Unión Tepito.
“Ya la venían siguiendo y cuando ella se baja de la moto la atacan, venía con mi sobrino que está hospitalizado. Ella iba a Motolinia porque ella tiene un negocio de lentes”, dijo a unas horas del ataque registrado en calles del Centro Histórico.
Diana Sánchez Barrios es lideresa del comercio ambulante en el Centro Histórico de la Ciudad de México, al igual que su madre Alejandra Barrios, quien dirige la Asociación Cívica Comercial.
“De La Unión más que nada, de todos los que están en sus manos, los chamacos a los que les pagan y los ocupan, ya fueron a abandonar la moto en un basurero. De mi misma familia tuve amenazas, de que nos iban a mandar a matar, todo es por envidias, corajes. Y si no, le pagaron a alguien para que le hiciera algo a mi hija, mi hija no tiene rivales de nadie”, afirmó al salir del Hospital Balbuena, de acuerdo con la información recabada por la reportera Dana Estrada.
Por si fuera poco, con un par de horas de diferencia, a unos kilómetros del Centro Histórico, en la colonia Roma Sur sobre el Viaducto Miguel Alemán y Avenida Cuauhtémoc fue asesinada la abogada penalista, Oralia Pérez Garduño, los videos de vigilancia de la Ciudad ubicaron a dos sujetos que le dispararon en al menos siete ocasiones.
Vaya tarea que tiene la policía capitalina de Pablo Vázquez Camacho, para frenar los efectos que tendrán estos hechos de violencia.
Y es que en la propia SSC, algunos mandos dicen que ya tienen el caminar del cangrejo: avanza un paso y retrocede dos. Está desfigurado el policía activo-reactivo que había establecido Omar García Harfuch, critican los agentes.
Tan solo ver una de tantas fotografías tomadas por los reporteros gráficos del ataque de Sánchez Barrios, donde un agente de la SSC protege un casquillo percutido con un vaso desechable y encima otro de unicel con jugo o agua fresca para resguardar la evidencia del llamado primer respondiente en la calle de Motolinia.