/ viernes 29 de noviembre de 2024

Empresas y Empresarios / Vivienda en la CDMX, reto de Brugada

La Ciudad de México es una de las más complejas del mundo, con un sinfín de peculiaridades: sus ciudadanos, sus espacios, su gran y hermosa historia, sus personajes, su cultura.

Según el censo demográfico más reciente, llevado a cabo en el 2020, la CDMX cuenta con cerca de 9.2 millones de habitantes, de los cuales 52.2% son mujeres y 47.8% hombres. De sus 16 alcaldías, Iztapalapa, Gustavo A. Madero y Álvaro Obregón, son las que tienen más habitantes, con un millón 835 mil, un millón 173 mil y 759 mil, respectivamente.

Uno de los retos más importantes es la vivienda. A lo largo de los últimos 24 años se ha dado una gran cantidad de programas en las administraciones primero del PRD y posteriormente de Morena, los dos partidos que han gobernado la capital del país en este periodo, para tratar de satisfacer todas esas necesidades. Esfuerzos que se han quedado cortos.

Muchos de los programas en referencia han sido clientelares, se ha beneficiado a grupos, simpatizantes o se ha limitado la participación abierta, transparente y con reglas claras en la construcción.

La creación de una Secretaría de la Vivienda puede resultar positiva en la medida en que se desarrollen programas que generen más y mejores oportunidades de adquisición para las familias, eviten el clientelismo y den certeza a los participantes en este mercado. Transparencia en las licencias, permisos, igualdad de condiciones, uso de suelos, subsidios, opciones financieras.

Es aquí donde hay una gran área de oportunidad para la joven administración que encabeza la jefa de Gobierno, Clara Brugada, quien dio a conocer el reciente 18 de octubre que planea llevar a cabo un programa de edificación de vivienda para los capitalinos.

Dicho proyecto incluye la construcción de cinco mil viviendas en las alcaldías Venustiano Carranza, Iztacalco, Azcapotzalco, Gustavo A. Madero y Tlalpan. Hay algunos puntos que se deben tomar en cuenta para este ambicioso proyecto, amen de lo ya señalado respecto de las condiciones para los oferentes y adquirientes de vivienda.

La planeación urbana debe tomar en cuenta un aspecto fundamental, el de la transición demográfica por el cual atraviesa el país. Las características de la población se han transformado en los últimos años. Ya desde los años 30 del siglo anterior, la esperanza de vida se prolongó varios años. Actualmente, además de lo anterior, se tiene una tasa natal mucho menor a la que tradicionalmente tuvimos.

Los padres de la generación de los míos tenían muchos más hijos, pero los jóvenes de hoy de plano tienen uno o mejor no tienen. Este es un punto para saber el tipo de viviendas que vamos a tener en los próximos años.

Otro punto esencial es quién construirá todas esas viviendas. En México hay muchas empresas capaces de llevar a cabo esa labor, por lo que quien lo lleve a cabo deberá ser con probada capacidad, pero también con la claridad suficiente para no dejar espacios a malentendidos o, peor aún, algún tipo de preferencia que no iría nada bien con las políticas de la cuarta transformación.

Hay al menos otros tres retos que debe enfrentar dicho plan de desarrollo de vivienda: la falta de espacios, el agua y la movilidad. Los cerca de 9.2 millones de personas que habitamos la gran ciudad, dejamos muy poco margen de acción para desarrollar un buen programa que dé hogar a los capitalinos.

Otro tema es el agua. Tan solo en el último año se llegó a hablar de un día cero en el que ya no tendríamos el vital líquido. Para no acarrear, valga la expresión, este problema, es necesario crear una política que permita que el agua llegue a todos los hogares siempre.

El tema de la movilidad es uno de los grandes retos por resolver. Por ejemplo, el dato más reciente en cuanto a número de vehículos que hay es de 6.5 millones en 2023, carga vehicular que satura, sí o sí, las calles de nuestra CDMX.

Por último, pero no menos importante, está el hecho de que se necesita una buena oferta de vivienda con modelos de seguridad ciudadana y de salud, pero con acceso financiero a las personas porque sino se da éste, no habrá poder humano que permita dotar de vivienda a los miles de personas que lo necesitan.


Armando Zúñiga Salinas

Ex presidente Coparmex CDMX / Presidente Grupo IPS – ASUME / Consejero Nacional COPARMEX y CONCAMIN