Se veía venir que el anunciar el semáforo verde en la capital se haría creer a los capitalinos que ya todo estaba bien, que el peligro habría pasado y que todo podría volver a la normalidad. Justo eso pasó y no solo por lo que dijo el gobierno, sino por lo que está haciendo.
Y es que no hay mayor muestra que convocar a un desfile que reunirá a decenas de miles de personas y que además durará al menos cinco horas, en un ambiente en el que no habrá poder humano que garantice la sana distancia y mucho menos que impida que se propague el virus.
La bandera es que ya prácticamente todos los capitalinos estamos vacunados con esquema completo, sin embargo, es el mismo aparato de gobierno el que asegura que la vacuna no impide enfermarse, entonces, no hay congruencia entre lo que dice y lo que se hace, por eso se llama a eventos masivos.
Y es que esta será una prueba, porque el primer mandatario estará ya planeando lo que será su evento masivo para celebrar sus primeros tres años en el gobierno que, por supuesto buscará llevar un buen número de acarreados al Zócalo, no es casualidad el semáforo verde en esta temporada.
Por supuesto que también influye mucho la caída libre que vivió la economía del país y de la Ciudad de México durante los 17 meses de la pandemia, por supuesto que el desfile también tiene tintes económicos, es necesario recuperar la entrada de dinero a la ciudad, pues se perdieron miles de empleos y no hubo ni un verdadero apoyo a los empresarios.
Y es que, si de apoyos se trata, esos sí hubo, pero no donde debían, porque de lo que se trata, y eso lo hemos visto, es de generar un problema para después tener la solución, o sea, generar pobreza y después otorgar apoyos para hacerse de posibles votantes, por eso es que pareciera que los menores de edad no deben ser vacunados, pues ellos no votarán ni en 2022 ni en 2024.
Apenas esta semana Estados Unidos anunció que ya casi está aprobada la vacuna para menores de entre 5 y 12 años, lo que abriría la posibilidad para vacunar en México a nuestros niños, pero eso sería un gasto innecesario.
Y más ahorita que se vienen los procesos electorales y por supuesto la famosa consulta de revocación de mandato, es decir, es más importante la popularidad y el poder que vacunar a la población vulnerable y más ahora que son obligados a volver a clases presenciales.