El libro “Los Aprendizajes de la Pandemia”, del escritor Marcelo Monjes es un documento de lectura obligada para todos los mexicanos que buscan entender qué ha ocurrido durante la crisis sanitaria, que está próxima a cumplir dos años desde la notificación oficial del primer caso en México.
El SARS-CoV-2 llegó a México casi dos meses después del primer caso reportado en Wang, China. El 28 de febrero se reportaron los dos primeros casos, uno en Ciudad de México y otro en Sinaloa. El 30 de marzo, el Consejo de Salubridad General declaró la emergencia sanitaria nacional y el 30 de abril se publica el acuerdo de suspensión inmediata de actividades no esenciales.
Una de las señales de que el Covid-19 era algo más serio que la influenza AH1N1 de 2009, fue que a 55 días del inicio de la pandemia se tenían registrados 10,544 casos, pero bastaron solo 20 días para que los casos confirmados crecieran casi cinco veces más, por lo que al 21 de mayo ya sumaban 59,567 contagios.
Marcelo Monjes advierte en su libro que aquella frase de “que la pandemia nos había caído como anillo al dedo” fue solo el preámbulo de lo que vendría después, pues a casi dos años de la pandemia, los mexicanos siguen enfrentando con sus propios recursos los embates de la crisis económica y protegiendo su salud con todas las medidas sanitarias, que en su momento, también desoyó la autoridad y que incluso politizó, como ocurrió con el uso de cubrebocas.
De acuerdo con datos oficiales, México acumula 3,951,003 casos positivos confirmados al 26 de diciembre de 2021 y un total de 298,777 defunciones, pero que con la corrección por exceso de mortalidad podría alcanzar hasta el medio millón de fallecimientos.
La narrativa con que las autoridades gubernamentales han subestimado la pandemia está a la vista, señala Marcelo Monjes al revelar que incluso se giraron instrucciones para manipular y ocultar cifras de mortalidad, pues los certificados de defunción no cuadran con el número de llamadas que recibió el 911 de parte de la ciudadanía para solicitar apoyo ante el fallecimiento de algún familiar, sobre todo, de aquellos que murieron en casa.
Ante el repunte de contagios en la Ciudad de México, las autoridades declaran que no hay nada de qué preocuparse, porque no hay un aumento en hospitalizaciones y descartan el cierre de actividades económicas, lo cual dicho sea de paso, sería un golpe letal para la planta productiva que no aguantaría un confinamiento más. Aquí están los resultados.
