En 2018 la principal bandera de Andrés Manuel López Obrador, fue combatir la inseguridad y la corrupción.
A casi seis años de su triunfo, esos problemas están mucho más latentes que en esa época.
Por ello, las dos candidatas a la Presidencia, Xóchitl Gálvez y Claudia Sheinbaum, han recurrido a la misma estrategia.
La cuestión es que la candidata oficial lleva desventaja al cargar el desgaste y la promesa incumplida del presente régimen.
¿Le funcionará acusar de corrupta a Xóchitl? Esa fue la salida más fácil esquivar los sistemáticos ataques de Xóchitl durante el pasado debate.
Y es que no es para menos, la hidalguense inició disparando misiles a Sheinbaum. Primero calificando a Morena de “narcopartido”, y luego a ella como “narcocandidata”.
Tal parece que los incesantes post acuñados para convertirlos en tendencia, salieron de la web, y se incrustaron en los discursos de las aspirantes.
Inicialmente, señalaron al gobierno de Andrés Manuel López Obrador de tener nexos con bandas del crimen organizado.
El eslogan rebotó en la candidatura de Claudia, lo que ha sucedido por semanas y día tras día.
La tendencia que se observa, acuñada o no desde el cuarto de guerra de Xóchitl, es posicionar a Sheinbaum como una “narcocandidata”.
De los discursos de ambas se desprenden esas calificaciones. Hacia una y otra o a la inversa. Los ataques son circulares.
La inseguridad, está ligada principalmente a las secuelas del narcotráfico con toda su cauda de violencia y terror.
Más grave resulta que a diferencia de otros gobiernos, el actual es el más militarizado de la historia.
La Guardia Nacional, integrada en su mayoría por militares, no ha cumplido el objetivo de su creación que la obliga al mando civil.
Con toda esa estrategia que incluye la política de abrazos, no balazos, el gobierno de López Obrador terminará como el más violento.
En su informe “Homicidios en México, cifras diarias e históricas”, la empresa TResearch, reportó que en el sexenio de López Obrador se han cometido más de 180 mil homicidios.
Los datos provenientes de cifras oficiales, arrojan que en México se cometen 95 asesinatos cada 24 horas, lo que significa uno cada 15 minutos.
A lo anterior se le suma la desaparición de más de 115 mil personas, a causa de la violencia en todo el territorio nacional.
A la campaña le restan 30 días y el debate electoral ha sido contaminado por el tufo de la narcopolítica, como actor fundamental.
PROSPECCIÓN… Al cierre del periodo ordinario, el Senado de la República realizó dos sesiones solemnes para entregar en el marco del Bicentenario de la Armada de México, la “Medalla de Honor Armada de México”, al almirante José Rafael Ojeda Durán, secretario de Marina, por su labor para defender la soberanía y seguridad de nuestro país, y para concluir los trabajos del último periodo de sesiones de la LXV Legislatura. “La patria es primero, a la patria y a nuestro pueblo no se les traiciona. A la patria, a nuestro pueblo hasta vida misma”, sentenció Ojeda Durán. La presidenta de la Mesa Directiva, Ana Lilia Rivera, quien entregó la medalla y un pergamino al almirante le reconoció su trayectoria de más de 50 años, durante los cuales, consideró, su convicción ha sido servir a México y a su pueblo en defensa de la soberanía, seguridad, combate al narcotráfico y la delincuencia, además de colaborar en acciones de emergencia como son los desastres naturales. En la segunda sesión solemne y ante los integrantes de las LXIV y la LX legislaturas Ana Lilia Rivera destacó el profesionalismo y el ambiente de contribución para alcanzar un marco legal que nos permita vivir en orden y en paz, subrayó la senadora tlaxcalteca.
X: @JoelSaucedo
