/ lunes 6 de mayo de 2024

PAZ Y RECONCILIACIÓN | Don Chava, el Pacificador

Conocí a Don Chava hace más de 10 años, cuando era obispo de Chilpancingo. Platicamos mucho tiempo, largas horas sobre sus motivaciones, sobre su “experiencia de fe” como pacificador en Guerrero, su relación con los capos y desencuentros con políticos y, las presiones en las que ha vivido como obispo y fraile franciscano.


En medio de calumnias, mentiras y campañas en contra de Don Salvador Rangel, decidí escribir un adelanto del libro “En la Rayita”, mismo que recoge su testimonio como pastor de la Iglesia Católica, así como el de otros cristianos que trabajan para reconstruir la paz en nuestro país.


Dijo Don Chava: “Creo que el diálogo y el perdón tienen un enorme valor para reconciliar a México en este momento; la sociedad, la Iglesia, la familia y cada uno tiene que aprender a dialogar para perdonar. Tiene que ser un diálogo donde estemos todos, y todos es todos, empezando por el gobierno como principal promotor”.


“A mí me han criticado mucho, políticos y dentro de la Iglesia Católica, porque platico con los narcos, con los delincuentes. Pero yo lo primero que hago es que escucho su historia y los veo a los ojos. Son historias de terror. Uno de los capos me decía: la Policía Federal me mató a mi papá, luego a mi esposa y también a mi hijo; fue cuando me revelé y busqué venganza. Otro me dijo: mataron a dos hermanos y empecé a defenderme y a matar... ¡así crecí y ya no pude parar!”.


La “motivación de su misión episcopal” es estar cerca de la gente, fomentar el diálogo y no juzgar la vida del otro. La paz en México y en Guerrero es un camino difícil, pero siempre se debe intentar la mediación para llegar a la reconciliación. Confiesa: “Soy un hombre de fe que confía en La Providencia y creo mucho en esa frase que dice: “Dios siempre ayuda a los mensos”.


Durante 7 años como obispo de Chilpancingo trabajó como pastor en proteger a los desplazados, agraviados por la violencia y el fuego cruzado en el que viven los habitantes de Guerrero entre Tlacos, Ardillos, la Familia Michoacana y el Cartel Jalisco Nueva Generación. “Gracias a la mediación con los capos hemos logrado salvar la vida de secuestrados, catequistas, sacerdotes y dejar de pagar cuotas en los pueblos”.


Don Salvador Rangel confiesa: la fe, la fe en Dios, en las personas y en la posibilidad de cambiar y ser mejores, de amar y perdonar es lo que nos debe mover. Tenemos que construir valores universales como país para salir de la actual situación, valores como la solidaridad, la justicia, la verdad, la paz, la compasión por el que sufre y ha perdido un ser querido en un país que se desangra todos los días y pierde la esperanza.


Quienes conocemos la vocación episcopal y de servicio a favor de la paz de Don Chava, pedimos por su pronta recuperación, estamos conscientes y claros de dónde y por qué vienen los ataque. Pero como cristianos católicos deseamos que el

Proceso de investigación del Fiscal de Morelos ocurra apegado a la verdad para que sea justo, que no caiga en los presiones políticas del gobierno federal y estatal. Pero por la salud de la Iglesia Don Chava nos debe una explicación de los eventos ocurridos, que confiese lo que dé tranquilidad, paz y reconciliación a la sociedad, a los creyentes y a la institución. Pero sobre todo a él.

Opinión por Luis Vega D.

Conocí a Don Chava hace más de 10 años, cuando era obispo de Chilpancingo. Platicamos mucho tiempo, largas horas sobre sus motivaciones, sobre su “experiencia de fe” como pacificador en Guerrero, su relación con los capos y desencuentros con políticos y, las presiones en las que ha vivido como obispo y fraile franciscano.


En medio de calumnias, mentiras y campañas en contra de Don Salvador Rangel, decidí escribir un adelanto del libro “En la Rayita”, mismo que recoge su testimonio como pastor de la Iglesia Católica, así como el de otros cristianos que trabajan para reconstruir la paz en nuestro país.


Dijo Don Chava: “Creo que el diálogo y el perdón tienen un enorme valor para reconciliar a México en este momento; la sociedad, la Iglesia, la familia y cada uno tiene que aprender a dialogar para perdonar. Tiene que ser un diálogo donde estemos todos, y todos es todos, empezando por el gobierno como principal promotor”.


“A mí me han criticado mucho, políticos y dentro de la Iglesia Católica, porque platico con los narcos, con los delincuentes. Pero yo lo primero que hago es que escucho su historia y los veo a los ojos. Son historias de terror. Uno de los capos me decía: la Policía Federal me mató a mi papá, luego a mi esposa y también a mi hijo; fue cuando me revelé y busqué venganza. Otro me dijo: mataron a dos hermanos y empecé a defenderme y a matar... ¡así crecí y ya no pude parar!”.


La “motivación de su misión episcopal” es estar cerca de la gente, fomentar el diálogo y no juzgar la vida del otro. La paz en México y en Guerrero es un camino difícil, pero siempre se debe intentar la mediación para llegar a la reconciliación. Confiesa: “Soy un hombre de fe que confía en La Providencia y creo mucho en esa frase que dice: “Dios siempre ayuda a los mensos”.


Durante 7 años como obispo de Chilpancingo trabajó como pastor en proteger a los desplazados, agraviados por la violencia y el fuego cruzado en el que viven los habitantes de Guerrero entre Tlacos, Ardillos, la Familia Michoacana y el Cartel Jalisco Nueva Generación. “Gracias a la mediación con los capos hemos logrado salvar la vida de secuestrados, catequistas, sacerdotes y dejar de pagar cuotas en los pueblos”.


Don Salvador Rangel confiesa: la fe, la fe en Dios, en las personas y en la posibilidad de cambiar y ser mejores, de amar y perdonar es lo que nos debe mover. Tenemos que construir valores universales como país para salir de la actual situación, valores como la solidaridad, la justicia, la verdad, la paz, la compasión por el que sufre y ha perdido un ser querido en un país que se desangra todos los días y pierde la esperanza.


Quienes conocemos la vocación episcopal y de servicio a favor de la paz de Don Chava, pedimos por su pronta recuperación, estamos conscientes y claros de dónde y por qué vienen los ataque. Pero como cristianos católicos deseamos que el

Proceso de investigación del Fiscal de Morelos ocurra apegado a la verdad para que sea justo, que no caiga en los presiones políticas del gobierno federal y estatal. Pero por la salud de la Iglesia Don Chava nos debe una explicación de los eventos ocurridos, que confiese lo que dé tranquilidad, paz y reconciliación a la sociedad, a los creyentes y a la institución. Pero sobre todo a él.

Opinión por Luis Vega D.